Dicen que “la felicidad es simplemente buena salud y mala memoria.” Para mi, la felicidad es la salud, la familia, y la música que me cura, la música que me inspira–y que también me recuerda ciertos días. Cuando era niña soñaba con patinar en el hielo y con pintar cuadros modernos. Hoy resulta que no soy ni artística ni deportista. Pero siempre tuve un corazón bueno, un corazón grande, por lo menos así lo siento. Y es que la felicidad es tan transparente que no se sabe esconder. La felicidad es tan solo la inspiración—la inspiración que despiertas en mi.